Si existe un lugar en el que poder respirar aire fresco y puro, en el que el silencio impera por encima de todo, donde el verde adquiere su color más intenso y el cielo camaleónico pasa del celeste al gris en cuestión de segundos, sin duda debes visitar Belluno. La ciudad se ubica en la región del Véneto, estando a poca distancia de la capital de Venecia y bordeada por las fascinantes montañas Dolomitas. El conjunto se extiende también por las provincias de Bolzano, Trento, Udine y Pordenone. En cada provincia se puede apreciar el legado cultural y el estilo romántico de cada una de sus construcciones, siendo buena muestra de ello la cantidad de castillos y torreones que se pueden observar al adentrarse en el corazón de esta región de los Alpes.
Los lugares de culto y veneración hacia los caídos son otro punto llamativo y característico de esta zona de la bella Italia, pues es fácil encontrar insignias y monolitos conmemorativos que hacen recordar el horror vivido. Y cómo no, la cantidad de lugares sagrados dada la importancia de la iglesia y la fe que allí se profesa.
Pero si seguimos montaña arriba podremos tomar buena cuenta de la vida que existe, la numerosa cantidad de lagos y cascadas existentes enriquecen los bosques, haciendo posible la vida en ellos.
Y si subimos y subimos, más concretamente a 1211 metros llegamos a la turística y cotizada ciudad de Cortina d´Ampezzo, es famosa por sus pistas de esquí; y por haber sido testigo del rodaje de varias películas, vale la pena pasear por el centro de la urbe.
Si por el contrario lo que os apetece es ir de compras, la dirección se debe coger rumbo a Venecia, cabe destacar la buena combinación de trenes desde cualquier zona dentro de las provincias que conforman la región del Véneto.
Una vez allí hay que pasear por la plaza San Marcos, pero ¡ojo!, no te cofundas al ver a tanto asiático, no; no estás en China o Japón, estás en Venecia, hay gran afluencia de turistas orientales.
Dejar volar tu imaginación sobre el puente de los Suspiros, contemplar la majestuosidad de la Basílica de San Giorgio Maggiore o disfrutar de la sabiduría que se halla en el interior de cada ejemplar recogido en la Biblioteca Nazionale Marciana ubicada en la misma plaza San Marcos.
No olvides comprar tu souvenirs, en las empedradas calles encontrarás cantidad de tiendas, algunas de ellas en tamaño mini, en las que podrás adquirir tu recuerdo de la ciudad. Recomiendo comprarlos en dichos establecimientos, pues en los puestos ambulantes el precio puede ser incluso más elevado.
Pero si te has cansado ya de tanto caminar, puedes relajarte mientras te das un paseo en góndola, pero cuidado, que no te engañen con el precio final, pues siempre sale favorable a ellos. Aunque lo mejor es que repongas fuerzas con un buen plato de pasta, que para eso estamos en Italia y concluyas la jornada con un buen helado made in Italy.
Ya lo sabes, la vida es como un carnaval, como un baile de máscaras donde yace oculto tu verdadero espíritu 😉