El país más feliz del mundo

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Puede parecer el título de algún cuento infantil, pero lo cierto es que es una realidad. El país es uno de los más pequeños del mundo y de menor población, sin embargo, son grandes en felicidad y lo que prima por encima de todo es el bienestar social. Como no podía ser de otra manera, se encuentra en el continente asiático. Es uno de los grandes secretos del Himalaya, una joya que permanece cuidada y protegida por sus habitantes, recelosos de que el turismo masivo pueda interferir de forma negativa en sus bienes patrimoniales e históricos.

Tal vez sea ese el motivo que lo convierte en un país atrayente, de algún modo ese aislamiento con respecto al resto del mundo que han tenido durante años, han forjado sobre él un halo de misterio.

Sus habitantes son personas sencillas, de origen humilde en su mayoría.

Practican el budismo y están fuertemente arraigados a tradiciones y fiestas populares.

Si viajas hasta esta región del sur de Asia, podrás disfrutar de bellos paisajes de naturaleza virgen y numerosos Parque Nacionales ricos en flora y fauna. Muchas de las especies animales que habitan sus tierras son autóctonas del lugar y algunas de ellas bastante poco comunes, como es el caso del panda rojo, el langur dorado (especie de primate) o el leopardo de las nieves, con su bello pelaje grisáceo. Numerosas son las aves, entre las que destacan 16 especies de las mismas, que se encuentran en peligro de extinción.

El Taktshang o Nido del Tigre es un monasterio anclado junto a un acantilado y es lugar de culto para los budistas y lugar de veneración hacia el Gurú Padmasambhava, pues se creé qué, en las inmediaciones de una cueva ubicada en el mismo acantilado, éste meditó durante 3 años, 3 meses, 3 semanas, 3 días y 3 horas. Hay varias leyendas en torno al santo, pues cuentan que llegó volando a lomos de una tigresa hasta el nido. Otros narran que fue la esposa de un emperador, que, siguiendo la estela del maestro, se convirtió en tigre y lo llevó en un viaje desde el Tíbet hasta Bután, convirtiendo el lugar en sagrado.

Eso sí, para viajar hasta Bután deberás hacerlo con un visado e ir acompañado por un guía local. Es una forma de controlar al turismo.

No os olvidéis que todos somos ciudadanos del mundo y es por ello que debemos respetar y cuidar cada rincón como si fuese nuestra propia casa.

ALÉGRATE PORQUE TODO LUGAR ES AQUÍ Y TODO MOMENTO ES AHORA.

Buda

ESTAMOS EN ESTE MUNDO PARA CONVIVIR CON ARMONÍA. QUIÉNES LO SABEN, NO LUCHAN ENTRE SÍ.

Buda

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