Existen lugares en los que el tiempo pasa de manera veloz, donde pasarías tardes y tardes perdiéndote entre pasillos, estanterías y obras; todas ellas muy dispares entre sí.
Si te gusta escribir o eres aficionado a la lectura sabrás que estoy hablando de nuestras queridas librerías. Son más necesarias de lo que pensamos, en ellas podemos encontrar ejemplares que son verdaderas joyas de la literatura y una amplia información.
Algunas se han hecho mundialmente famosas, véase:
-Librería Lello e Irmao(Oporto), es una de las más bellas de Europa. Cuentan que en ella hay una magia especial que envuelve el ambiente (a pesar de los 4000 visitantes que reciben diariamente). Sí, en efecto, se trata de una cifra descomunal, pero es que desde que se rodaran allí algunas escenas de la fascinante saga de Harry Potter, se ha convertido en un lugar de destacado interés para el viajero.
Sin abandonar el país luso, descubrimos que en Lisboa se encuentra la librería más antigua del mundo, que actualmente sigue en funcionamiento, se trata de Bertrand y data de 1732. Ha sido testigo de reuniones entre intelectuales y poetas del lugar. ¡Sólo sus paredes saben los secretos que allí se profesaron!
-Ler Devagar, la vieja imprenta reconvertida en una espaciosa y pintoresca librería que da juego y libertad a la imaginación, como de la que gozaba su afamado e inspirador Fernando Pessoa. El lugar conserva aún vestigios de lo que antaño fue, y eso, es digno de ser admirado.
-Shakespeare and Company(París), tal vez sea de las más populares, pues ha servido de plató para numerosas películas. Su historia, o más bien la de su fundadora: Sylvia Beach, bien podría parecerse a una cinta de cine bélico; pues el antiguo local donde se hallaba ubicada la librería fue cerrado o tal vez vetado, según se mire. Sea como fuere, lo dramático es que su propietaria estuvo arrestada y recluida en un campo de concentración durante seis meses. Cuentan que el motivo se debió a la negativa de ésta a vender un ejemplar a un oficial alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Al margen de dicho hecho, hay que destacar que el lugar solía ser visitado por autores de la época, siendo cliente habitual Ernest Hemingway.
Tras el cierre, en 1951 se vuelve a abrir con otra ubicación, otro propietario y bajo el nombre de “Le Mistral”; tras la muerte de Sylvia pasó a recuperar el antiguo nombre. En la actualidad, la hija de éste regenta el negocio.
Como dato curioso debéis saber que podéis dormir en el primer piso a cambio de un poco de trabajo en la librería.
-Cafebrería el Péndulo (México), característico nombre para uno de los centros culturales de mayor relevancia en América Latina. Mientras saboreas un delicioso café puedes ojear tu libro preferido, ¿existe un placer mayor?
¡Ya cuentan con seis sucursales!
-El Ateneo Grand Splendid (Buenos Aires, Argentina); se considera la segunda librería con mayor belleza del mundo. Está ubicada en el antiguo teatro al que hace honor su nombre, y del que aún conserva su arquitectura original. Es frecuente encontrarla en las guías de viajes de la zona, pues el ambiente de tranquilidad y relajación invitan a perderse entre los miles de ejemplares que allí se encuentran. Sin duda una verdadera obra de arte.
-Cook and Book (Bruselas), se trata de un concepto totalmente distinto donde fusionar cocina y lectura. Cada rincón ha sido decorado según la temática de los libros. Si tienes duda acerca de la elección de tu ejemplar, puede que te ayude saborear alguno de los platos que allí se sirven.
Como parte de la decoración poseen un fiat 500 antiguo, desde luego nada convencional.
-Bart´s Books, Ojai (California); atípica librería al aire libre. Puedes disfrutar con algún ejemplar mientras te refrescas con una limonada o jugar al ajedrez en el patio. Se ha convertido en el núcleo de encuentros culturales o eventos comunitarios.
Las citadas son sólo una muestra del gran número de librerías que, por suerte, invaden los rincones de cada pueblo o ciudad. Porque leer no es sólo aprender, es poder viajar a través de la vista y de los sentidos; es soñar con los ojos abiertos y dejar que nuestra imaginación vague libremente por donde quiera.
¡Que nadie nos robe nuestro derecho a soñar!
“Ser poeta no es una ambición mía, es mi manera de estar solo”.
Fernando Pessoa
